Las alergias primaverales provocan una gran variedad de síntomas. Descubre una serie de consejos para mejorar tu calidad de vida durante esta época del año
Las alergias primaverales se limitan a la época de floración y provocan una gran variedad de síntomas. Descubre una serie de consejos para mejorar tu calidad de vida durante esta etapa del año
La primavera es una de las épocas más esperadas del año: se alargan las horas de luz, las temperaturas son más agradables y es un momento ideal para plantear cualquier plan, escapada o aventura al aire libre. Pero no todo son ventajas, ya que esta estación implica, por desgracia para muchas personas, la llegada de las alergias.
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica (SEAIC), “las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en nuestro país a más de ocho millones de personas, siete de los cuales son alérgicos a gramíneas seguidos en orden decreciente por alergia al olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria”.
Los meses de abril y mayo principalmente y, en menor medida, el mes de junio son aquellos en los que tiene lugar la floración y la concentración de polen en el ambiente es superior. Además, aquellos años en los que se registran menores precipitaciones como es el caso del actual, los niveles de polen, polvo y partículas en suspensión son mayores y los síntomas de las alergias más molestos.
Causas y síntomas
La alergia es una respuesta del sistema inmunitario a un agente externo, por ejemplo el polen o los ácaros. Las alergias primaverales suelen estar ligadas al polen, mientras que las personas alérgicas a los ácaros sufren los síntomas a lo largo de todo el año.
Concretamente, las alergias primaverales provocan una gran variedad de síntomas como son la congestión nasal y los estornudos; lagrimeo frecuente, ojos rojos e incluso conjuntivitis alérgicas; picor de garganta, nariz, ojos y paladar, e incluso tos y dificultades respiratorias.
Consejos y tratamientos
Desde Arediana te proponemos una serie de recomendaciones y consejos que harán que tu día a día sea más llevadero y puedas ganar en calidad de vida durante estos meses del año.
- Ventila entre 5 y 10 minutos al día las estancias de la casa. Aunque parezca poco, este intervalo es suficiente para que circule el aire por tu hogar. Ten en cuenta que cuanto más tiempo dejes las ventanas abiertas, más polen entrará.
- En consecuencia, durante el resto del día, mantén las ventanas cerradas para limitar la entrada de polen.
- Los ambientes secos favorecen la aparición de los síntomas de las alergias. Por ello, es conveniente pulverizar con agua las diferentes estancias de la casa, utilizar humidificadores y purificadores de aire.
- Cuando vayas a hacer planes en el exterior, consulta en la web de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica (SEAIC) las concentraciones de polen en función del día y el área geográfica, lo que te ayudará a planificar tus planes, aventuras y escapadas de forma que puedas disfrutar más cómodamente de ellas.
- Cuando salgas al exterior, utiliza gafas de sol e incluso mascarilla para protegerte del polen. Lo ideal es que optes por una mascarilla FFP2 que filtran las partículas más pequeñas y se ajustan mejor a la cara.
- Revisa la limpieza del filtro del aire acondicionado y opta por uno específico contra el polen.
- Igualmente, si utilizas el coche habitualmente, viaja con las ventanillas cerradas y revisa los filtros del aire acondicionado del vehículo.
- De cara a practicar deporte, la primavera es una época ideal para acudir al gimnasio. A raíz de la pandemia del coronavirus, los sistemas de ventilación en la mayoría de los centros deportivos han mejorado considerablemente, por lo que te aconsejamos que evites practicar deporte en el exterior durante estos meses y acudas al gimnasio.
- El polen se deposita sobre la ropa, por lo que es conveniente que diferencies las prendas de estar en casa de las de la calle. Y si tiendes en el exterior, sacude bien la ropa antes de doblarla. Eso sí, en la medida de lo posible, es conveniente que evites ser tú quien la sacuda si no quieres sufrir un ataque de alergia.
- Bebe mucha agua. Es muy importante estar bien hidratada para disminuir la sintomatología.
- En cuanto a la alimentación, los productos ricos en vitamina A y C, como zanahoria, batata, mango, leche, calabaza, melón, col rizada, guisantes, frutas cítricas o tomate, pueden reducir los síntomas de las alergias.
- En el caso en el que tu alergia te impida desarrollar un día a día normal, acude a un alergólogo para que analice si necesitas antihistamínicos o un tratamiento de inmunoterapia. La vacuna, cuyo tratamiento debe tener una duración mínima de tres años, puede aplicarse con una inyección por vía subcutánea o por administración sublingual. Cada vacuna contiene una pequeña proporción de sustancias (alérgenos) que provocan las reacciones alérgicas. De este modo, se estimula el sistema inmunitario sin provocar una reacción alérgica completa. Además, poco a poco, se irá aumentando la dosis para que el organismo vaya asimilando el contacto con el alérgeno y, de esta forma, los síntomas disminuyan con el tiempo al ser más tolerantes al agente que provoca la alergia.
Nuestra recomendación
Desde Arediana consideramos fundamental que conozcas las causas de la alergia que padeces ya que, de esta forma, podrás tener un diagnóstico lo más acertado posible y tendrás la posibilidad de evitar la exposición al alérgeno. Además, destacamos la importancia de tener un tratamiento personalizado. En función de tu caso específico y los hábitos que tengas, intenta poner en práctica algunos de los consejos que hemos indicado para paliar la sintomatología y que tu calidad de vida durante estos meses mejore.
María Cano, Periodista – Arediana