¿Sabes que el 50% de las mujeres desarrolla hipertensión en la menopausia? Así lo indica la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Y es que la disminución en el nivel de estrógenos que caracteriza a esta etapa de la vida potencia una serie de cambios entre los que se incluyen el aumento de la presión arterial.
Relacionada con la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, la tensión alta a veces se identifica con dolor de cabeza, sangrado nasal, nerviosismo e intranquilidad o insomnio sin causa aparente. Pero, en muchas ocasiones, no está ligada a síntomas aparentes por lo que realizar análisis y controles periódicos desde la perimenopausia es fundamental para prevención.
Además, hay una serie de medidas que ayudan a controlar la hipertensión como:
- Controlar el peso.
- Realizar una dieta rica en frutas y verduras.
- Practicar ejercicio aeróbico.
- Evita la sal y los alimentos grasos.
- Mantener a raya el alcohol.
- No fumar
- La farmacología (siempre bajo supervisión médica).
¡Recuerda! La tensión alta es el factor de riesgo más importante para desarrollar un accidente cardiovascular, y la prevención, el diagnóstico y tratamiento es primordial.
