En este blog voy a intentar resolver tus dudas acerca del uso de las bolas chinas. Pero te hago un pequeño adelanto: ¡NO SIRVEN PARA TODO NI PARA TODAS!
¿Puedo usar las bolas chinas?
Esta es una de las preguntas que más me suelen hacer mis pacientes cuando vienen a consulta, ya que en los últimos años se ha hablado mucho de ellas y de su uso para fortalecer el suelo pélvico.
Seguro que tienes alguna amiga o conocida que las ha usado y te las ha recomendado, y esto te ha podido generar dudas en relación con su uso.
Para empezar, vamos a explicar brevemente qué es el suelo pélvico y cuales son sus principales funciones.
Suelo pélvico
El suelo pélvico, es un conjunto de músculos, ligamentos y tejido conjuntivo, que cierran la cavidad pélvica en su parte inferior.
Sus principales funciones son:
- Soporte y sostén de las vísceras abdominopélvicas: vejiga, útero, recto.
- Continencia: control de los esfínteres (orina, heces y gases).
- Función sexual: interviene en la respuesta sexual. Un buen estado de la musculatura del suelo pélvico es fundamental para conseguir que la respuesta sexual sea óptima.
- Función reproductiva: permite el embarazo y el parto, ya que el bebé lo atraviesa en el nacimiento.
- Función postural: el suelo pélvico en un 80% está formado por fibras musculares de contracción involuntaria, que intervienen en el mantenimiento de la postura.
La alteración de alguna estructura a este nivel influye en su funcionamiento, lo que dará lugar a las denominadas disfunciones del suelo pélvico. Entre ellas, podemos destacar:
- Disfunciones del tracto urinario: incontinencia urinaria, urgencia miccional, infecciones de orina recurrentes, etc.
- Disfunciones anorrectales: incontinencia anal (fecal y/o de gases), estreñimiento, urgencia defecatoria, etc.
- Prolapso de órganos pélvicos: es el descenso de uno o varios órganos pélvicos a través del canal vaginal. Los órganos afectados pueden ser la vejiga, la uretra, el útero, el intestino delgado, y/o el recto.
- Disfunciones sexuales: trastornos de la excitación o del interés sexual, trastornos del orgasmo; y/o trastornos de dolor genito-pélvico (por ejemplo: la dispareunia o vaginismo).
- Síndromes dolorosos que afectan a estructuras de la región pélvica.
Una vez que sabemos qué es el suelo pélvico y sus funciones, vamos a hablar de las bolas chinas y su relación con el entrenamiento del suelo pélvico.
¿Qué son las bolas chinas?
Las bolas chinas también reciben el nombre de ejercitadores pélvicos. Son unos dispositivos cuyo uso inicialmente estaba relacionado con el placer sexual. Sin embargo, cabe señalar que la vagina es un canal elástico que carece de terminaciones nerviosas en su interior, salvo en su parte más externa, por lo que el simple hecho de llevarlas puestas, no provoca placer.
Las bolas chinas, también llamadas bolas de geisha o Ben Wa, tienen su origen en Japón. Son un dispositivo formado por una o dos bolas unidas entre sí. Cada bola está formada por una esfera hueca más grande, que contiene en su interior una más pequeña, que genera una vibración cuando la mujer está en movimiento. Dicha vibración se transmite a las paredes vaginales, estimulando la musculatura del suelo pélvico.
Beneficios
Es importante recordar que se deben usar en movimiento. El movimiento hace que la bolita que está en el interior de la esfera, choque contra las paredes de la bola, generando una vibración que se transmite a tus paredes vaginales. Esto hará que se aumente la circulación sanguínea y, por tanto, mejore la lubricación y el tono muscular (el tono muscular es la contracción pasiva y continua que tiene cualquier músculo, y que se mantiene de forma inconsciente).
Otra forma de utilizarlas es a modo de resistencia externa mientras se realizan los ejercicios de Kegel.
Los ejercicios de Kegel consisten en realizar una contracción voluntaria de la musculatura del suelo pélvico. De esta forma, se mejora la fuerza de dicha musculatura.
Indicaciones
Teniendo en cuenta sus beneficios y hablando de forma general, las bolas chinas podrían usarse en las siguientes situaciones:
- De forma preventiva ? en mujeres sin patologías, que tienen factores de riesgo para desarrollar una disfunción de suelo pélvico; o bien, quieren prevenirlos. Algunos factores de riesgo son:
- Obesidad y sobrepeso.
- Tos crónica, o alergias que provocan estornudos frecuentes.
- Estreñimiento crónico.
- Deportes de alto impacto.
- Levantar peso o altas cargas de forma habitual (en el trabajo, o durante el entrenamiento).
- Embarazos y partos.
- Menopausia.
- Cirugías ginecológicas en la región pélvica.
- De forma complementaria al tratamiento de fisioterapia ? cuando ya existe una disfunción de suelo pélvico (como una incontinencia urinaria; o bien, en una recuperación postparto), se pueden utilizar en casa para complementar el tratamiento realizado en consulta.
Contraindicaciones
Hay situaciones en las que su uso está desaconsejado. Por ejemplo, en mujeres que presentan un exceso de tono en el suelo pélvico; o bien, si existe dolor durante su utilización.
En casos de hipotonía (falta de tono muscular) del suelo pélvico, la bola no se sujetará y acabará saliendo, fatigando más la musculatura, y generando frustración con su uso.
Tampoco se deben usar durante el embarazo, si hay infección vaginal, o bien, a la par que otros dispositivos internos vaginales, (como la copa menstrual o los tampones).
¿Cómo se utilizan?
Introduce la bola o bolas en el interior del canal vaginal. Para ello, lávate bien las manos antes, y, a continuación ponte en una posición cómoda (preferiblemente tumbada). Te recomiendo poner un poco de lubricante de base acuosa en la bola, para poder introducirla de forma más sencilla. Cógela entre tus dedos, e introdúcela en tu vagina, dejando por fuera el cordón que trae para poder extraerla después.
Una vez hayas terminado de usarla, lávala con agua y un jabón neutro. Sécala bien, y guárdala en su funda para evitar que se ensucien.
¿Qué modelo debo elegir?
Mi recomendación es que te fijes en el material, y siempre elijas una de silicona de grado médico, por su carácter hipoalergénico. Evita materiales porosos como el plástico, y revisa siempre que no haya ningún desperfecto en la bola antes de utilizarla.
Existen diferentes modelos y pesos de bolas chinas en el mercado. Empieza siempre probando la de menor tamaño y peso, y poco a poco ve progresando tanto en tiempo de utilización como en el peso. Lo ideal es coger un kit en el que vengan varios pesos para poder probarlas e ir progresando.
La mejor para ti será aquella que mejor se adapte a tus necesidades. Por este motivo, te recomiendo que antes de usarla hagas una valoración de tu suelo pélvico para saber en qué estado está y que la fisioterapeuta te ayude a elegir la mejor opción para ti. Sin saber cómo está tu suelo pélvico antes de utilizarlas, su uso no tiene mucho sentido y, en muchos casos, podría ser perjudicial.
Entonces, ¿las bolas chinas son para mí?
A pesar de sus beneficios, NO SON LA SOLUCIÓN A TODOS LOS PROBLEMAS DE SUELO PÉLVICO, NI SE DEBEN RECOMENDAR A TODAS LAS MUJERES.
Cada mujer es única y, como te he comentado más arriba, antes de utilizarlas una valoración de suelo pélvico, y que sea la fisioterapeuta la que te indique si son o no la mejor opción para ti en caso de que sí, te guíe en su uso.
Ainhoa Puertas, Fisioterapeuta especializada en Salud de la Mujer