El mindfulness, también conocido como atención plena, impulsa el equilibrio mental y emocional de quienes lo practican influyendo de forma directa en su bienestar.
El mindfulness es una forma de entrenar la conciencia y trabajar la atención plena que aporta numerosos beneficios a nuestra salud mental, emocional y física.
Esta práctica se remonta, nada más y nada menos que a hace 2.500 años, y la encontramos en la tradición budista. Hoy en día, cada vez está más de moda debido al ritmo acelerado de la sociedad, y hay un gran número de personas que la incorporan a su día a día, ya que impulsa el equilibrio mental y emocional, aliviando el estrés y mejorando la capacidad de autoconocimiento, la concentración y la memoria. Además, ayuda a generar pensamientos positivos.
Para poner en práctica esta disciplina se puede optar por diferentes técnicas como la meditación, la respiración consciente o la observación de emociones, entre otras, y principalmente se trata de vivir el momento presente, el aquí y el ahora; aceptar y no juzgar ni oponer resistencia a determinados pensamientos que pueden causar rechazo en un principio y, por supuesto, es primordial ser paciente y creer en una misma.
Mejora tu estilo de vida a través del mindfulness
Practicar mindfulness influye de forma positiva en la calidad de vida y el bienestar de quienes lo incluyen en sus hábitos. ¿Quieres conocer sus principales beneficios? A continuación, te indicamos 10 motivos que pueden hacer que te animes a cambiar tu percepción o forma de afrontar la vida gracias al mindfulness.
- Ayuda a gestionar las emociones: Es una forma ideal para hacer frente de forma adecuada a las situaciones complejas que se presentan en el día a día, permitiendo sobrellevarlas con la mejor actitud y pensamiento posible.
- Mejora la capacidad de concentración: Uno de los principales errores que cometemos es el hecho de que no vivimos el presente, y es que, en muchas ocasiones, estamos pensando en el futuro, en el pasado o nos obsesionamos con alguna idea que no nos permite disfrutar el momento que estamos viviendo. El mindfulness pone en práctica la atención plena, el vivir el aquí y el ahora, y ayuda a corregir ese error en el que muchos caemos.
- Más y mejor memoria: Está directamente relacionado con el punto anterior, ya que el tener una mayor capacidad de concentración, ayuda a prestar más atención a los detalles, mejorando los recuerdos y la memoria.
- Reduce el estrés y la ansiedad: Es excelente para relajarse, reducir el estrés y la ansiedad, e impulsar el bienestar físico, mental y emocional.
- Favorece el sueño: La tranquilidad y relajación que aporta el mindfulness reduce los problemas relacionados con el sueño, el insomnio y favorece un sueño más profundo y reparador.
- Disminuye la presión arterial: Es una propuesta perfecta para relajarse, reducir el estrés y la ansiedad y, por tanto, disminuir la tensión arterial, una patología cada vez más frecuente entre personas jóvenes.
- Beneficia a nuestras relaciones sociales: Impulsa la capacidad de relación y comunicación con las personas que nos rodean, favorece la escucha activa y mejora la vida en pareja.
- Aprenderás a conocerte mejor: Es ideal para impulsar la capacidad de autoconocimiento y autocomprensión, el aprender a gestionar las emociones y evolucionar a nivel personal.
- Aumenta las emociones positivas: Esta disciplina se basa en aprender a no juzgar las emociones y pensamientos, creer en una misma y ser paciente. Además, la relajación impulsa la liberación de serotonina y endorfinas, hormonas que influyen directamente en el estado de ánimo y la felicidad de las personas, lo que lleva a aumentar las emociones y pensamientos positivos.
- Impulsa la creatividad: Estar en paz y armonía, así como el equilibrio mental y emocional, es primordial para impulsar la creatividad y actividades más innovadoras. Además, está relacionada con un mayor rendimiento académico.
Nuestra recomendación
Desde Arediana te recomendamos que si no has practicado nunca mindfulness te inicies con un especialista. Por otra parte, también te aconsejamos que busques 30-45 minutos en los que sepas que vas a estar tranquila, elijas un lugar sin ruido ni distracciones que te transmita paz, y utilices ropa y una postura con la que te sientas cómoda. Todos estos factores pueden ayudarte a que la sesión sea lo más efectiva y agradable posible.
María Cano, Periodista – Arediana
