Es un mineral imprescindible para el desarrollo de numerosos procesos metabólicos del organismo y fundamental para las mujeres en la menopausia, ya que reduce los síntomas ocasionados por los cambios hormonales que caracterizan a esta etapa de la vida.
Por un lado, es primordial para sistema inmunitario, además de para el correcto funcionamiento nervioso y muscular, y también para tener una buena salud ósea y cardiovascular.
Y es que el magnesio tiene numerosos beneficios: Impulsa la producción de hormonas como los estrógenos y la progesterona; alivia los sofocos; fortalece los huesos y mejora la salud ósea previniendo el desarrollo de la osteoporosis; reduce el estrés y la ansiedad; aumenta la energía; ayuda a dormir; regula la presión arterial y disminuye el riesgo cardiovascular; mejora el estado de ánimo, y disminuye la migraña y los dolores de cabeza.
Hay determinados alimentos que tienen un alto contenido de magnesio:
- Frutas como el plátano, la banana, el aguacate o el albaricoque.
- Frutos secos como las almendras, las nueces, los cacahuetes o los anacardos.
- Legumbres, guisantes y judías.
- Cereales integrales.
- Productos a base de soja.
- Carnes rojas y mariscos.
- Leche.
Además, si los niveles son muy bajos se puede complementar la dieta con suplementación, siempre previa consulta con un profesional.