TODO SOBRE LA SALUD FEMENINA

Diferencia entre probióticos y prebióticos

Los probióticos y los prebióticos son dos tipos diferentes de suplementos alimenticios que juegan un papel importante en el mantenimiento de la salud intestinal y el equilibrio de la microbiota intestinal.

Aunque ambos términos suenan similares y están relacionados con la salud digestiva, cumplen funciones diferentes y son distintos en su naturaleza y mecanismos de acción (1). En este artículo de divulgación, intentaré esclarecer la diferencia entre ambos compuestos, así como añadir algún término más para completar la información.

La disbiosis, o desequilibrio en la microbiota intestinal, puede ser causada por una pluralidad de factores. Éstos pueden interactuar entre sí y variar según las personas. Algunas de las principales causas que contribuyen a la aparición de la disbiosis son: uso incorrecto de antibióticos, dieta inadecuada, estrés crónico, infecciones gastrointestinales, enfermedades inflamatorias, envejecimiento, etc. (2)

La disbiosis favorece el crecimiento de bacterias menos beneficiosas para el organismo, que pueden tener una serie de efectos en la salud y provocar distintas enfermedades. Dichos efectos varían según la gravedad de la disbiosis y las características individuales de cada persona. Alguna de las posibles alteraciones provocadas por la disbiosis incluye trastornos digestivos, inflamación crónica, enfermedad inflamatoria intestinal, respuestas inmunológicas desreguladas (aumentando el riesgo de enfermedades autoinmunes y alergias), enfermedades metabólicas (obesidad, diabetes tipo 2), enfermedades cardiovasculares e incluso trastornos neurológicos (depresión o ansiedad) (2).

Existen diversas maneras de restaurar la composición de la microbiota intestinal y volver a equilibrarla: 

  • Mediante el uso de probióticos, que son microorganismos vivos, principalmente bacterias beneficiosas y algunas levaduras, que se encuentran naturalmente en el tracto gastrointestinal y que pueden ser consumidos en cantidades adecuadas como suplementos o a través de ciertos alimentos fermentados. Tienen un impacto positivo en la salud cuando se ingieren en cantidades suficientes, ya que ayudan a restaurar y mantener un equilibrio saludable de la flora intestinal, además de potenciar el sistema inmunológico, protegiendo al cuerpo contra infecciones. Asimismo, algunas cepas de probióticos intervienen en la descomposición de ciertos componentes de los alimentos, facilitando su digestión. Otras cepas sintetizan ciertas vitaminas en el intestino (3).

Ejemplos claros son el famoso Actimel que tiene Lactobacillus; los yogures Bífidus activo que contienen bacterias como Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium bifidum; el kéfir, similar al yogur, es una bebida fermentada rica en bacterias y levaduras probióticas, o la tan de moda kombucha, que es una bebida fermentada a base de té endulzado que contiene levaduras y bacterias probióticas.

  • La ingesta de prebióticos es otra manera de tratar de corregir el desequilibrio en la composición y función de las bacterias intestinales. Son sustancias no digeribles que actúan como alimento para las bacterias beneficiosas presentes en el intestino. Dichas sustancias son principalmente fibras no digeribles y carbohidratos complejos que llegan intactos al colon, donde sirven como base o sustrato para estimular el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas. Por lo tanto, los prebióticos favorecen el crecimiento de los probióticos al proporcionar alimento para las bacterias beneficiosas. Además, al promover el crecimiento de bacterias beneficiosas, los prebióticos pueden mejorar la función gastrointestinal y reducir el riesgo de trastornos digestivos, así como aumentar la absorción de ciertos minerales, como el calcio y el magnesio (4). 

Algunos ejemplos de alimentos ricos en prebióticos son el ajo, la cebolla o el puerro, que son una fuente de fructooligosacáridos (FOS), un tipo de prebiótico que estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino; las alcachofas o los espárragos, que contienen inulina, un tipo de prebiótico que puede ayudar a alimentar las bacterias beneficiosas; los plátanos verdes, que contienen almidón resistente, una forma de carbohidrato que actúa como prebiótico, o la avena, que contiene una forma de fibra soluble llamada beta-glucano, que tiene efectos prebióticos.

  • Por otro lado, cabe introducir un par de términos adicionales relacionados con los anteriores. Por una parte, los simbióticos, que son productos que combinan tanto probióticos como prebióticos. El objetivo de los simbióticos es ofrecer una sinergia o interacción entre los beneficios de los microorganismos beneficiosos y el alimento que los nutre. Al combinar probióticos y prebióticos en un solo producto, se busca maximizar y potenciar los efectos positivos en la microbiota intestinal y la salud digestiva e intestinal en general (5). 

Un ejemplo de alimento simbiótico es la leche materna, que es un probiótico debido a su contenido en bacterias lácticas y un prebiótico por el contenido en fructoligosacáridos, que favorecen el desarrollo de las bacterias.

  • Finalmente, el último término que me gustaría introducir es el de postbiótico, que son metabolitos, derivados metabólicos o componentes bioactivos producidos por los microorganismos beneficiosos presentes en el intestino en el proceso de fermentación durante la digestión de los prebióticos. A diferencia de los probióticos (microorganismos vivos) y los prebióticos (sustancias no digeribles que alimentan a las bacterias beneficiosas), los postbióticos son los compuestos que se generan como resultado de la actividad metabólica de los probióticos en el intestino (6).

Los postbióticos pueden incluir una variedad de sustancias, como ácidos grasos de cadena corta (ácido acético, ácido propiónico y ácido butírico), péptidos bioactivos, vitaminas, enzimas, polisacáridos, etc. Estos compuestos pueden tener efectos beneficiosos para la salud intestinal y en todo el organismo. Algunos postbióticos poseen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, inmunomoduladoras y previenen la permeabilidad intestinal aumentada.

Resumiendo, los probióticos son microorganismos vivos beneficiosos que se consumen directamente, mientras que los prebióticos son sustancias no digeribles que actúan como alimento para las bacterias beneficiosas. Ambos trabajan en sinergia para mantener una microbiota intestinal equilibrada y promover la salud digestiva y general. Se puede obtener una mayor eficacia en la salud intestinal cuando se consumen probióticos y prebióticos juntos, lo que se conoce como simbióticos.

Dra. Alicia Gonzalez

 

Referencias: 

  1. Sanders ME, Merenstein DJ, Reid G, Gibson GR, Rastall RA. Probiotics and prebiotics in intestinal health and disease: from biology to the clinic. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. octubre de 2019;16(10):605-16. 
  2. Hrncir T. Gut Microbiota Dysbiosis: Triggers, Consequences, Diagnostic and Therapeutic Options. Microorganisms. 7 de marzo de 2022;10(3):578. 
  3. George Kerry R, Patra JK, Gouda S, Park Y, Shin HS, Das G. Benefaction of probiotics for human health: A review. Journal of Food and Drug Analysis. 1 de julio de 2018;26(3):927-39. 
  4. Bamigbade GB, Subhash AJ, Kamal-Eldin A, Nyström L, Ayyash M. An Updated Review on Prebiotics: Insights on Potentials of Food Seeds Waste as Source of Potential Prebiotics. Molecules. 13 de septiembre de 2022;27(18):5947. 
  5. Pandey KavitaR, Naik SureshR, Vakil BabuV. Probiotics, prebiotics and synbiotics- a review. J Food Sci Technol. diciembre de 2015;52(12):7577-87. 
  6. Ma L, Tu H, Chen T. Postbiotics in Human Health: A Narrative Review. Nutrients. 6 de enero de 2023;15(2):291.

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