Fertilidad

RETRASO DE LA MATERNIDAD 

La infertilidad es una enfermedad que afecta a una pareja de cada 6 o 7 (4). Además, España tiene la mayor proporción de madres primerizas mayores de 39 años de Europa (8,8% del total de nacimientos en 2017) (5).

Las causas del retraso de la maternidad en España son actualmente la economía y el desarrollo profesional. La espera hasta los 40 años significa una menor posibilidad de éxito en la concepción, además en comparación con las madres más jóvenes sube la probabilidad de desarrollar dolencias maternas durante el embarazo, como pre-eclampsia, hipertensión y diabetes, así como anomalías del feto y abortos espontáneos.

La fertilidad femenina empieza a disminuir a partir de los 30 años (por la reserva de folículos y por la calidad de los ovocitos) siendo la posibilidad de embarazo a los 40 años un 50% menos que las mujeres más jóvenes, además la incidencia de abortos espontáneos se duplica o incluso se puede llegar a triplicar (4).

POSIBLES CAUSAS DE INFERTILIDAD

Un 20% de los casos de infertilidad son producidos por factores ovulatorios (4), como infertilidad anovulatoria, cuando no se libera el ovocito del folículo (por ejemplo no se desarrolla por causas fisiológicas o por problemas hormonales).

Otro factor puede ser el Síndrome de Ovario Poliquístico en el cual se producen más hormonas masculinas de lo normal, y en el ovario se crean huecos con líquido-quistes.

Otro 30% de los casos de infertilidad son causados por factores útero-tubo-peritoneales: 

• Factor «útero»: Se considera endometriosis, cuando las células similares del interior del útero crecen fuera del mismo (en los ovarios, en la vejiga, en el recto).
• Factor «tubo»: Es la afección de las funciones de las trompas de Falopio y puede influir en la fertilidad. Si las trompas están obstruidas, el ovocito no puede descender al útero.
• Factor «peritoneal»: Son las infecciones pélvicas, que pueden causar cicatrices, adherencias e irritaciones que influyen en la fertilidad.

El factor masculino supone el 30% de los casos (4). Los hombres, al igual que las mujeres, tienen tendencia a tener hijos más tarde. Sin embargo, las publicaciones recientes sobre los cambios en la concentración de espermatozoides con el avance de la edad masculina son los menos consistentes, ya que hay estudios que informan de una disminución de la concentración de espermatozoides por la edad, pero otros datos no informan de ningún cambio en la concentración de espermatozoides hasta los 50 años. Algunos incluso han sugerido aumentos en las concentraciones de espermatozoides con la edad.

TRATAMIENTOS IN-VITRO

El primer niño a través del tratamiento in-vitro nació en 1978. El niño se llamaba Louise Brown (7).

Hoy en día existen varios tipos de tratamiento in-vitro:

• Probablemente el tratamiento más usado es la fecundación in vitro (FIV), en este método, el óvulo se pretende fecundar fuera del cuerpo de la madre. Por regla general, la ovulación de la futura madre es estimulada, para obtener más óvulos, pero ya existen tratamientos con estimulación suave o directamente, naturales, sin estimulación.

• En el caso de la inseminación artificial (IA) los óvulos no se extraen del cuerpo, pero los espermatozoides se introducen en el útero. Este método también puede incluir la estimulación, y así aumentar la probabilidad de embarazo.
• En ambos métodos mencionados, si el problema es la mala calidad de los espermatozoides, se puede utilizar una inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), es decir, aislar y usar los espermatozoides de mejor calidad.

En casos más complicados, los tratamientos más complejos pueden requerir la donación de óvulos o esperma.

FACTORES PSICOLÓGICOS 

En el momento en el que una pareja se somete a un tratamiento de fertilidad, esta experimenta sentimientos de frustración y decepción si no se consigue un embarazo de forma relativamente fácil. Un estudio de Cwikela y col. (8) ha definido tres tipos de relaciones entre los factores psicológicos y la infertilidad:

• Los factores psicológicos son factores de riesgo de infertilidad. 
• La experiencia del diagnóstico y el tratamiento de la infertilidad pueden ser causa de malestar psicológico. 
• Los dos anteriores a la vez.

En relación a los factores psicológicos como la depresión, el estado de ansiedad y el estrés inducido, y posiblemente cambios en la frecuencia cardiaca y el cortisol (comúnmente conocida como la hormona del estrés), predicen una menor probabilidad de lograr un embarazo viable en varios tipos de tratamientos de infertilidad (8).

Cwikela y col (8) presenta la posibilidad de que los tratamientos puedan combinar mediciones hormonales y psicológicas con técnicas de biorretroalimentación (bioautorregulación). La técnica consiste en observar y aprender a controlar ciertos procesos de nuestro cuerpo voluntariamente, como por ejemplo las pulsaciones del corazón o la tensión arterial.

Esta técnica fue desarrollada principalmente para tratar diversos trastornos como dolor de cabeza por la tensión, la hipertensión, la ansiedad, el asma o problemas cardiovasculares (9), pero también puede tener un efecto beneficioso en la infertilidad (8).

ESTILO DE VIDA

Por último, hay que destacar que las parejas acuden a centros de reproducción asistida después de cierto tiempo intentando quedar embarazadas y que el estilo de vida de las parejas tiene gran importancia en el tiempo antes y durante el tratamiento.