TODO SOBRE LA SALUD FEMENINA

Síndrome Fatiga Crónica

El Síndrome de Fatiga crónica es una enfermedad muy compleja que no tiene un diagnóstico fácil. Se caracteriza porque aparece una fatiga debilitante que no mejora con el reposo y está asociada a otros síntomas físicos y psicológicos.

¿Qué es el Síndrome de Fatiga Crónica?

Muchas personas se sienten cansadas en algunos momentos de su vida, sin embargo, un porcentaje de estas personas se sienten extremadamente cansadas o fatigadas, aunque esto no es suficiente para diagnosticar el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), como explicaremos más adelante (1). La fatiga es mucho más intensa y es diferente del cansancio normal, puede estar asociada con sentirse físicamente agotado, debilidad, pesadez, malestar general y somnolencia (2). 

El SFC es una enfermedad muy compleja que no tiene un diagnóstico fácil, no hay pruebas de laboratorio que puedan identificar esta enfermedad (2). Se caracteriza porque aparece una fatiga debilitante sin razón aparente que no mejora con el reposo/descanso y está asociada a otros síntomas físicos y psicológicos como dolor, dificultades cognitivas y problemas para dormir (1,3,4).

Las mujeres tienen el doble de posibilidades de padecer SFC, y común que aparezca en personas mayores de 40 años, de hecho, el 70% de los pacientes de SFC son mujeres de edad media (2,4). 

Diagnóstico

El diagnóstico del SFC se debe realizar única y exclusivamente cuando se han descartado otras enfermedades físicas y psicológicas que también produzcan fatiga (3,4). Como el diagnóstico se basa en excluir otros problemas de salud que puedan provocar los mismos o unos síntomas parecidos, se debe hacer un importante estudio del historial médico del paciente (3). 

Los criterios del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, que es la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, para diagnosticar el SFC son sufrir fatiga grave (que afecte a la salud física y mental) durante más de 6 meses y que haya al menos cuatro de los siguientes síntomas (3,4): 

  • Malestar después de realizar un esfuerzo físico o mental. 
  • Sueño no reparador.
  • Problemas de memoria o de concentración. 
  • Dolor muscular. 
  • Dolor en varias articulaciones. 
  • Dolor de garganta. 
  • Ganglios linfáticos sensibles. 
  • Dolor de cabeza. 

 

Los síntomas deben durar más de 6 meses y el paciente debe padecer estos síntomas durante, por lo menos, el 50% del tiempo (4). 

 

Síntomas

  • Fatiga y malestar después del ejercicio físico o mental: Es un síntoma que ayuda a diferenciar entre el SFC y otras condiciones médicas que puedan causar fatiga, ya que si se trata del SFC, la fatiga no mejora con el reposo (2). 


  • Sueño no reparador: Puede deberse a que los pacientes con SFC pueden tener dificultad para quedarse dormidos o pueden tener una rutina de sueño desordenada (2). Además, puede haber somnolencia durante el día, sobre todo al principio de la enfermedad y en pacientes jóvenes (2). 


  • Dolor: Hay un importante dolor muscular y articular, que suele ser crónico y puede ser moderado o grave, también hay importantes dolores de cabeza (2). 


  • Problemas cognitivos: Pueden aparecer síntomas como confusión, problemas de concentración, problemas de memoria a corto plazo, desorientación, problemas a la hora de hablar… (2). 

 

 

 

Factores de Riesgo

Hay científicos que sugieren que hay factores que aumentan la probabilidad de padecer SFC (1). Algunos de ellos son: 

  • Infecciones víricas: Existen dudas acerca de la relación entre algunos virus y la aparición del SFC, esto se debe a que muchos síntomas del SFC son los mismos que los de una infección vírica, como cansancio o dolores musculares (1,4). Sin embargo, existen razones para pensar que un virus no puede provocar SFC (1). 


  • Genética: Cada vez existen más evidencias que sugieren que el SFC tiene causas genéticas (3,4). 


  • Trastornos psicológicos y estrés: Hay evidencias que demuestran que la existencia de una patología psicológica o el estrés son factores de riesgo importantes para el SFC, varios estudios han demostrado que el estrés, la ansiedad o la depresión pueden provocar la aparición de SFC (1,3). El SFC normalmente va acompañado de depresión, por lo que algunos científicos creen que es una manifestación de la depresión (4). Un estudio demostró que las personas con trastornos psicológicos antes de los 35 años tienen el doble de probabilidades y también se ha visto que la existencia de un trauma infantil aumenta hasta 6 veces la probabilidad de padecer SFC (1,4). 


  • Salud del sueño: Hay una asociación entre el ritmo circadiano tardío (las personas que se van a dormir tarde y se despiertan más tarde de lo normal) y la aparición de SFC (4). 


  • Nutrición: Un estudio demostró que las personas con SFC tienen cantidades anormales de ácidos grasos omega-3 y omega-6, así como niveles inferiores de lo normal de zinc (4). Se ha visto que la suplementación de estos compuestos no ofrece ningún beneficio para los pacientes (4). 


  • Personalidad: La personalidad también puede ser un factor que aumente la probabilidad de padecer SFC (3).  Por ejemplo, hay estudios que sugieren que tener una personalidad inestable o introvertida es un factor de riesgo (3). Las personas con SFC dicen que antes del comienzo de los síntomas eran muy activas, esto respalda la teoría de que las personas que han sido muy activas durante la infancia y han continuado siendo activas después del comienzo de los síntomas tienen más probabilidades de padecer SFC (1). 

 

 

Tratamiento

Las opciones de tratamiento incluyen la terapia cognitivo conductual y una terapia de ejercicio gradual, entre otras, ambas mejoran la fatiga, la ansiedad y el malestar después de realizar un esfuerzo (4). No se ha encontrado ninguna terapia farmacológica efectiva (4). 

Un estudio investigó varios tratamientos diferentes para el SFC y concluyó que las terapias de comportamiento eran el tratamiento más eficaz (5). Este tipo de terapias incluyen la cognitivo conductual y otras similares (1).  De todos los posibles tratamientos, los ensayos clínicos han demostrado que los mejores para tratar el SFC son la terapia cognitivo conductual y el ejercicio físico progresivo (3). 

La terapia cognitivo conductual para el tratamiento de SFC incluye organizar los períodos de actividad y los períodos de descanso, empezar a hacer ejercicio de manera progresiva, establecer una correcta rutina de sueño y cambiar la percepción que tiene el paciente de uno mismo (3). 

Las personas diagnosticadas de SFC deberían recibir tratamiento para los problemas que conlleva este síndrome, como los problemas de sueño, la depresión y el dolor (4). Se recomienda que los pacientes utilicen técnicas de relajación y tengan una rutina de sueño saludable (4). 

Adriana Caballé – Arediana

 

Referencias: 

  1. Moss-Morris, R., Deary, V., & Castell, B. (2013). Chronic fatigue syndrome. Handbook of clinical neurology, 110, 303–314. https://doi.org/10.1016/B978-0-444-52901-5.00025-3 | PubMed
  2. Bested, A. C., & Marshall, L. M. (2015). Review of Myalgic Encephalomyelitis/Chronic Fatigue Syndrome: an evidence-based approach to diagnosis and management by clinicians. Reviews on environmental health, 30(4), 223–249. https://doi.org/10.1515/reveh-2015-0026 | PubMed
  3. Nater, U. M., Heim, C. M., & Raison, C. (2012). Chronic fatigue syndrome. Handbook of clinical neurology, 106, 573–587. https://doi.org/10.1016/B978-0-444-52002-9.00034-6
  4. Yancey, J. R., & Thomas, S. M. (2012). Chronic fatigue syndrome: diagnosis and treatment. American family physician, 86(8), 741–746. PubMed
  5. Chambers, D., Bagnall, A. M., Hempel, S., & Forbes, C. (2006). Interventions for the treatment, management and rehabilitation of patients with chronic fatigue syndrome/myalgic encephalomyelitis: an updated systematic review. Journal of the Royal Society of Medicine, 99(10), 506–520. https://doi.org/10.1177/014107680609901012 | PubMed
Adriana Caballe
Author: Adriana Caballe

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