TODO SOBRE LA SALUD FEMENINA

Bacterias y cáncer

La microbiota es el conjunto de microorganismos, como bacterias y virus, que se encuentran en nuestro organismo. Estos microorganismos tienen funciones muy relevantes para mantenernos sanos, como ayudar a nuestro sistema inmune, a producir vitaminas, a eliminar toxinas, etc.

Es decir, no todos los microorganismos son patógenos, es decir, que perjudican la salud como es el caso de los causantes del Ébola o de la Salmonelosis, por ejemplo. Hay otros que son beneficiosos para el organismo. 

Sabiendo que una célula es la unidad más pequeña que encontramos en los seres vivos, y que una persona adulta puede tener diez veces más células microbianas que humanas. En concreto el cuerpo humano tiene diez billones de células eucariotas (que son las propiamente nuestras), y cien billones de células procariotas (que son las microbianas). 

La relación entre las bacterias y el cáncer es un área de investigación en constante desarrollo. Si bien tradicionalmente se ha considerado que las bacterias están asociadas principalmente con las infecciones, cada vez se reconoce más su influencia en diversas enfermedades, incluido el cáncer.

Es importante tener en cuenta que el cáncer es una enfermedad compleja y multifactorial, y las bacterias son sólo uno de los muchos factores que pueden influir en su desarrollo. Otros factores de riesgo conocidos incluyen la genética, la exposición a sustancias químicas nocivas, al tabaquismo, la obesidad y la radiación, entre otros.

Algunas bacterias se han relacionado directamente con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, la bacteria Helicobacter pylori se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer gástrico. Esta bacteria se encuentra en el revestimiento del estómago y se sabe que es la principal causa de las úlceras estomacales y su infección causa inflamación crónica en esa área, lo que a largo plazo puede llevar a gastritis crónica con cambios precancerosos y finalmente al desarrollo de cáncer (1)

Otro ejemplo, es la asociación entre la infección por Streptococcus bovis y el cáncer colorrectal. Esta bacteria puede causar inflamación en el colon y se ha encontrado en mayor frecuencia en personas con cáncer colorrectal (2). Además, en el campo de las enfermedades de transmisión sexual, es importante destacar que la infección crónica por Chlamydia trachomatis, se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino. Esta infección puede causar inflamación y daño en el cuello uterino, lo que aumenta la probabilidad de la transformación maligna de las células (3).

La microbiota está presente en todo el organismo y es característica de cada una de las zonas (microbiota de la boca, de la axila, de la piel, de la vagina, del pie…), aunque la microbiota más conocida es la microbiota intestinal. El microbioma intestinal, puede influir en la respuesta del sistema inmunológico, el metabolismo y la inflamación. Todos ellos están relacionados con el desarrollo y la progresión del cáncer.

Algunos estudios han demostrado que ciertas bacterias intestinales pueden promover la formación de tumores, mientras que otras bacterias pueden tener efectos protectores contra el cáncer (4,5). Sin embargo, la investigación en este campo aún está en sus primeras etapas, y queda mucho por estudiar sobre la interacción entre las bacterias intestinales y el cáncer.

La disbiosis es el desequilibrio o alteración en la composición de la microbiota o entre la composición de bacterias beneficiosas y perjudiciales de la misma. En condiciones normales nuestro cuerpo alberga una amplia variedad de bacterias beneficiosas que desempeñan funciones importantes en nuestra salud, como la digestión de alimentos, la síntesis de vitaminas o la regulación del sistema inmunológico. Sin embargo, diversos factores, como el uso de antibióticos, la dieta poco saludable, el estrés crónico y otras enfermedades, pueden alterar el equilibrio de la microbiota y promover la disbiosis (6).

La disbiosis causa varias alteraciones entre las que destacan:

  • Disfunción digestiva, ya que la microbiota intestinal desempeña un papel crucial en la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes. Cuando hay disbiosis, puede haber una disminución en la capacidad de descomponer y absorber ciertos nutrientes, lo que puede llevar a síntomas como distensión abdominal, diarrea, estreñimiento, flatulencia y malestar digestivo en general (7)
  • Además, la disbiosis puede promover inflamación crónica en el intestino. Esto se debe a que algunas bacterias dañinas pueden liberar productos químicos y toxinas que activan el sistema inmunológico y desencadenan una respuesta inflamatoria. Este trastorno puede estar asociado con una serie de enfermedades intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, además de enfermedades metabólicas y enfermedades cardiovasculares (8).
  • También afecta al sistema inmunológico, ya que la microbiota intestinal desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la regulación del sistema inmunológico. Una disbiosis puede afectar la función inmunológica, debilitando las defensas del organismo y aumentando el riesgo de infecciones, alergias y enfermedades autoinmunitarias (9).
  • Por último, cabe destacar que la disbiosis promueve un metabolismo alterado. La composición de la microbiota intestinal está relacionada con el metabolismo de los nutrientes y la regulación del peso corporal. Se ha observado que una disbiosis puede estar asociada con cambios en el metabolismo, lo que puede contribuir al desarrollo de la obesidad, resistencia a la insulina y trastornos metabólicos (hipercolesterolemia, hipotiroidismo o diabetes mellitus) (10).     

Dado que la disbiosis puede afectar al sistema inmunológico y al metabolismo, se crea un ambiente propicio para el desarrollo de enfermedades, incluido el cáncer. Se ha observado que ciertos cambios en la composición bacteriana pueden aumentar la inflamación crónica, alterar el equilibrio hormonal, afectar el metabolismo de los nutrientes y generar productos químicos que pueden dañar las células y promover el crecimiento de tumores (11).

Por ejemplo, se ha sugerido que la disbiosis intestinal puede influir en la inflamación crónica y el desarrollo de cánceres colorrectales. Algunas bacterias intestinales específicas, como Fusobacterium nucleatum, se han encontrado en mayores cantidades en tumores colorrectales y se cree que promueven la progresión del cáncer (12).

 

Conclusiones

 

Concluyendo, aunque la disbiosis no es la única causa del cáncer, sí tiene una relación directa con esta enfermedad. Hay múltiples factores que influyen en el proceso de la formación del cáncer y no todas las personas infectadas con ciertas bacterias desarrollarán cáncer. Sin embargo, entender cómo las bacterias y la disbiosis influyen en el cáncer, pueden proporcionar nuevas perspectivas sobre la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado de las infecciones bacterianas para reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. 

Aún se necesitan más estudios para comprender completamente esta relación y su relevancia clínica.

 

Dra. Alicia González, Doctora en biología molecular y biomedicina

 

 

REFERENCIAS

  1. Wang R, Huang S, Gan P, Pan X, Wang P, Zhong X, et al. States and hotspots in Helicobacter pylori research from 2002 to 2021: A bibliometric analysis. Helicobacter. 3 de mayo de 2023;e12986. 
  2. Harrison S, Benziger H, Koerner R. Streptococcus bovis infections, colorectal cancer and liver dysfunction. ANZ J Surg. noviembre de 2011;81(11):762-3. 
  3. Gargiulo Isacco C, Balzanelli MG, Garzone S, Lorusso M, Inchingolo F, Nguyen KCD, et al. Alterations of Vaginal Microbiota and Chlamydia trachomatis as Crucial Co-Causative Factors in Cervical Cancer Genesis Procured by HPV. Microorganisms. 6 de marzo de 2023;11(3):662. 
  4. Fernandes MR, Aggarwal P, Costa RGF, Cole AM, Trinchieri G. Targeting the gut microbiota for cancer therapy. Nat Rev Cancer. diciembre de 2022;22(12):703-22. 
  5. Bagheri Z, Moeinzadeh L, Razmkhah M. Roles of Microbiota in Cancer: From Tumor Development to Treatment. Journal of Oncology. 23 de marzo de 2022;2022:e3845104. 
  6. Hrncir T. Gut Microbiota Dysbiosis: Triggers, Consequences, Diagnostic and Therapeutic Options. Microorganisms. 7 de marzo de 2022;10(3):578. 
  7. Wei L, Singh R, Ro S, Ghoshal UC. Gut microbiota dysbiosis in functional gastrointestinal disorders: Underpinning the symptoms and pathophysiology. JGH Open. 23 de marzo de 2021;5(9):976-87. 
  8. de Oliveira GLV, Cardoso CR de B, Taneja V, Fasano A. Editorial: Intestinal Dysbiosis in Inflammatory Diseases. Front Immunol. 30 de julio de 2021;12:727485. 
  9. Levy M, Kolodziejczyk AA, Thaiss CA, Elinav E. Dysbiosis and the immune system. Nat Rev Immunol. abril de 2017;17(4):219-32. 
  10. Sultan S, El-Mowafy M, Elgaml A, Ahmed TAE, Hassan H, Mottawea W. Metabolic Influences of Gut Microbiota Dysbiosis on Inflammatory Bowel Disease. Front Physiol. 2021;12:715506. 
  11. Sadrekarimi H, Gardanova ZR, Bakhshesh M, Ebrahimzadeh F, Yaseri AF, Thangavelu L, et al. Emerging role of human microbiome in cancer development and response to therapy: special focus on intestinal microflora. Journal of Translational Medicine. 6 de julio de 2022;20(1):301. 
  12. Wang N, Fang JY. Fusobacterium nucleatum, a key pathogenic factor and microbial biomarker for colorectal cancer. Trends Microbiol. febrero de 2023;31(2):159-72.

 

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