TODO SOBRE LA SALUD FEMENINA

Piel en verano

Durante el verano es especialmente importante mantener la piel hidratada y protegida debido a la exposición prolongada al sol y al calor.

Durante el verano es especialmente importante mantener la piel hidratada y protegida debido a la exposición prolongada al sol y al calor. Aquí tienes algunos consejos para hidratar y cuidar tu piel durante esta temporada. 

HIDRATACIÓN INTERNA

Beber suficiente agua es fundamental para mantener tu piel hidratada desde dentro. Asegúrate de consumir al menos 8 vasos de agua al día para mantener tu cuerpo y tu piel bien hidratados. 

Beber agua es beneficioso para la piel por varias razones:

  • Hidratación: La piel necesita estar hidratada para mantener su aspecto saludable y radiante. El agua es esencial para mantener la hidratación adecuada de la piel. Cuando bebes suficiente agua, ayuda a mantener el equilibrio de líquidos en tu cuerpo y mejora la función de barrera de la piel, lo que evita que se seque y se vuelva áspera.
  • Eliminación de toxinas: El agua es una herramienta clave para eliminar toxinas y desechos del cuerpo. Beber suficiente agua ayuda a que los riñones y otros órganos eliminadores de toxinas funcionen correctamente. Cuando los desechos se eliminan de manera efectiva, puede haber menos acumulación de toxinas en la piel, lo que puede contribuir a una piel más clara y saludable.
  • Elasticidad de la piel: La hidratación adecuada es importante para mantener la elasticidad de la piel. Cuando la piel está deshidratada, tiende a volverse más seca y menos flexible, lo que puede llevar a la aparición prematura de arrugas y líneas finas. El agua ayuda a mantener la elasticidad de la piel, lo que contribuye a una apariencia más joven y tersa.
  • Equilibrio del pH: El agua juega un papel importante en el mantenimiento del equilibrio del pH de la piel. Un pH equilibrado es esencial para una piel saludable, ya que ayuda a protegerla de infecciones y problemas cutáneos. Beber agua ayuda a mantener este equilibrio y promueve un entorno óptimo para la salud de la piel.

PROTECCIÓN SOLAR

Aplica un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 en todas las áreas de la piel expuestas al sol. Aplica de nuevo cada dos horas, especialmente si estás nadando o sudando. 

La protección solar es crucial durante el verano por varias razones:

  • Protección contra los rayos ultravioleta (UV): El sol emite radiaciones ultravioleta que pueden dañar la piel. Los rayos UVA y UVB son los responsables de los efectos nocivos en la piel, como quemaduras solares, envejecimiento prematuro, manchas oscuras y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel. El uso de protector solar con un factor de protección solar (FPS) adecuado ayuda a bloquear y filtrar estos rayos, protegiendo la piel de sus daños.
  • Prevención del envejecimiento prematuro: La exposición prolongada al sol sin protección puede acelerar el proceso de envejecimiento de la piel. Los rayos UV pueden dañar las fibras de colágeno y elastina, que son responsables de mantener la elasticidad y la firmeza de la piel. Esto puede provocar la aparición de arrugas, flacidez y líneas finas. El uso regular de protector solar ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y mantener la piel con un aspecto más joven y saludable.
  • Reducción del riesgo de cáncer de piel: La exposición excesiva al sol es un factor de riesgo importante para el desarrollo de cáncer de piel. Los rayos UV pueden dañar el ADN de las células de la piel, lo que puede llevar a mutaciones y el desarrollo de células cancerosas. El uso de protector solar disminuye significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluido el carcinoma de células basales, el carcinoma de células escamosas y el melanoma.
  • Prevención de quemaduras solares: Las quemaduras solares son una de las consecuencias más comunes de la exposición excesiva al sol. Una quemadura solar puede causar dolor, enrojecimiento, descamación e incluso ampollas en la piel. El uso de protector solar ayuda a prevenir las quemaduras solares al proporcionar una barrera de protección contra los rayos UV.

EVITA LA EXPOSICIÓN SOLAR EXCESIVA

Trata de limitar tu tiempo bajo el sol, especialmente durante las horas pico de radiación solar (entre las 10:00 y las 16:00h). Busca sombra, usa ropa protectora y lleva un sombrero o gorra y gafas de sol.

HIDRATACIÓN EXTERNA

Aplica regularmente una crema hidratante ligera después de ducharte para sellar la humedad en tu piel. Elige productos que contengan ingredientes como ácido hialurónico, glicerina o aloe vera, que ayudan a retener la humedad.

Después de limpiar tu rostro o cuerpo, aplica una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel. Masajea suavemente la crema en tu piel hasta que se absorba por completo.

EXFOLIACIÓN SUAVE

Realiza exfoliaciones suaves una vez por semana para eliminar las células muertas de la piel y permitir que los productos hidratantes penetren mejor. Opta por exfoliantes suaves (hay exfoliantes caseros) y evita frotar demasiado fuerte, especialmente si tu piel está sensible por el sol.

DUCHA TIBIA

Evita duchas con agua caliente, ya que pueden resecar tu piel. Opta por duchas tibias y evita pasar demasiado tiempo en el agua, ya que el exceso de exposición al agua puede eliminar los aceites naturales de tu piel.

ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras proporciona nutrientes esenciales para mantener una piel saludable. Incluye alimentos ricos en antioxidantes, como bayas, zanahorias y espinacas, que pueden ayudar a proteger tu piel de los daños causados por el sol.

Una alimentación saludable puede tener un impacto positivo en la apariencia y salud de la piel. Aquí tienes algunos alimentos que puedes incluir en tu dieta para promover una piel radiante y saludable:

  • Frutas y verduras: Son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes que ayudan a mantener la piel en buen estado. Algunas opciones beneficiosas incluyen bayas, cítricos, zanahorias, espinacas, brócoli, tomates y aguacates.
  • Pescado rico en ácidos grasos omega-3: Los pescados como el salmón, el atún, la caballa y las sardinas son excelentes fuentes de ácidos grasos omega-3. Estos ácidos grasos ayudan a mantener la piel hidratada, reducen la inflamación y promueven una apariencia saludable.
  • Frutos secos y semillas: Las nueces, las almendras, las semillas de chía, las semillas de lino y las semillas de girasol son buenas opciones para una piel saludable. Son ricas en vitamina E, antioxidantes y ácidos grasos saludables que ayudan a proteger la piel del daño y la mantienen nutrida.
  • Proteínas magras: Las proteínas son fundamentales para el crecimiento y reparación de los tejidos de la piel. Elige fuentes de proteínas magras como pollo, pavo, pescado, huevos, legumbres y tofu para mantener una piel saludable.
  • Té verde: El té verde es rico en antioxidantes, lo que ayuda a combatir el daño causado por el sol en la piel. También puede tener propiedades antiinflamatorias que benefician la salud de la piel.
  • Alimentos ricos en vitamina C: La vitamina C es esencial para la producción de colágeno, que es una proteína estructural importante para la piel. Incluye alimentos como naranjas, fresas, kiwis, pimientos rojos y guayabas, que son excelentes fuentes de vitamina C.

HUMECTA TUS LABIOS

Los labios también pueden resecarse durante el verano, así que no te olvides de aplicar un bálsamo labial con protección solar para mantenerlos hidratados y protegidos.

Adriana Caballé – Arediana

Adriana Caballe
Author: Adriana Caballe

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